BBVA en Suiza cumple cincuenta años desde que abrió sus puertas en la ciudad de Zúrich, capital mundial de la banca privada. Desde entonces, la entidad se ha enfocado en la excelencia financiera para acercar las oportunidades y soluciones adaptadas a la evolución del mundo y de las generaciones futuras.
Desde su comienzo hace ya medio siglo, el camino de crecimiento de BBVA en Suiza ha sido un viaje emocionante. Los retos han sido grandes; y los logros, notables. El banco se ha enfocado en ofrecer un servicio excepcional de banca privada internacional con un modelo de negocio centrado en el cliente y en la tecnología como elemento clave para afrontar el proceso de transformación que está experimentando la industria financiera.
El adn de BBVA Suiza
Marca BBVA
Por un lado, una de las grandes particularidades de la unidad es su arquitectura abierta. BBVA en Suiza cuenta con la agilidad y eficiencia de ser un banco con un equipo multidisciplinar de 123 profesionales de las más diversas áreas. Sus empleados, que reúnen más de 14 nacionalidades, hablan hasta 8 idiomas diferentes y comparten cultura y valores con sus clientes, localizados principalmente en Europa y Latinoamérica.
Así, a pequeña escala, BBVA en Suiza ha decidido integrar todos los departamentos de gestión y operativa propios de una gran entidad financiera. Con un enfoque en la eficiencia y la atención personalizada, esta estructura compacta combina las funciones de los distintos equipos para dar la mejor solución a sus clientes, desde la primera línea del área comercial con banqueros expertos, hasta el departamento de inversiones, asesoramiento, financiero, riesgos, jurídico, cumplimiento normativo, AML, tecnología, client solutions...
Al mismo tiempo, reúne las oportunidades que le brinda formar parte de un gran grupo como es BBVA, con una trayectoria de más de 165 años de historia y una amplia presencia en los países donde opera la unidad de Suiza. Esto no sólo es una gran fuente de recursos sino que le permite conocer de cerca la realidad en la que viven sus clientes internacionales.
Marca Suiza
Más allá del chocolate, los relojes y sus espectaculares lagos y montañas, Suiza es conocido en todo el mundo por ser un país próspero y sólido, hasta el punto de alzarse como centro financiero global con más de 270 años de historia y tradición. En Suiza se gestionan más del 25% de los activos privados en el extranjero a nivel mundial, cuenta con un rating crediticio AAA y lídera el ranking mundial de innovación y sostenibilidad. Además, en los últimos años se ha consolidado como un centro de Blockchain, con más de 1.100 empresas en Crypto Valley.
Recientemente, el banco ha anunciado el lanzamiento de su última iniciativa, una serie de 10 píldoras educativas sobre Suiza que publicará de forma mensual en su web. Desde el contexto histórico, su concepto de eficiencia transversal, hasta el avanzado marco regulatorio del ecosistema cripto, BBVA en Suiza pretende desgranar y poner en valor todos los componentes que han llevado al país a convertirse en una potencia a nivel mundial en bienestar, economía e innovación.
La evolución histórica
La historia de BBVA en Suiza comienza en 1974 cuando abre sus puertas en Zúrich como Banco Exterior (Suiza), una filial del Banco Exterior de España.
A pesar de la incertidumbre internacional, Suiza ofrecía confianza y estabilidad política, convirtiéndose en el entorno perfecto para que Banco Exterior (Suiza) se consolide institucionalmente y asiente las bases para su expansión. Pronto, sus clientes descubrieron el valor diferencial de la entidad frente a otras bancas privadas.
La transformación de la banca
El mundo está cambiando. Vivimos en un entorno macroeconómico complejo caracterizado por una mayor incertidumbre a nivel global, menor crecimiento económico, tipos de interés bajos, crecientes exigencias regulatorias y en las expectativas del cliente, una fuerte competencia, tensiones geopolíticas, un desafío medioambiental y la aparición de nuevos riesgos (ciberseguridad o la pandemia de la Covid-19, por ejemplo).
Ante estas circunstancias, los bancos pequeños en Suiza han experimentado una mayor contracción en los últimos años. De las 122 entidades que había en 2010 con un volumen de AUMs inferior a 10 mil millones de francos, se redujeron a 56 en el primer trimestre de 2023. En este espacio, BBVA en Suiza ha sabido replantearse a sí mismo, caminando hacia lo original, hacia la innovación, la eficiencia y la productividad en su modelo operativo.
Creando oportunidades
La rápida adopción del servicio de BBVA Suiza para la compraventa y custodia de activos digitales ha convertido a BBVA en una figura clave a la hora de garantizar la seguridad operativa de sus clientes institucionales y de banca privada, y ha puesto en valor el rol esencial de la banca dentro del ecosistema de Blockchain. Así, en los últimos años desde su incorporación, BBVA en Suiza ha recibido numerosos reconocimientos.
Recientemente, la entidad ha sido premiada como “Mejor Servicio de Activos Digitales” en la última edición de los premios The Innovator, que organiza la revista internacional Global Finance. Y hace apenas unos meses, fue también premiada en los Private Banking & Wealth Management Switzerland Awards 2023 de Zúrich en la categoría de ‘Excellence in Client Experience’.
En este camino hacia la banca del futuro, BBVA en Suiza ha demostrado resiliencia y compromiso, reforzando sus servicios y la relación con los clientes a través de cuatro palancas principales:
Suiza, una fórmula magistral
DEMOCRATIZACIÓN DE LA INVERSIÓN
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TECNOLOGÍA COMO ALIADA
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Rectificar la idea de que invertir no es para todos, democratizando el acceso a las finanzas y al mundo de la inversión, con todas las opciones disponibles en el mercado.
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Enfocar el modelo de negocio para seguir aportando valor y activar sinergias que garanticen un servicio de asesoramiento ágil, diferencial y personalizado.
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EDUCACIÓN FINANCIERA
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SOSTENIBILIDAD Y VALORES
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Contribuir con el aumento de la cultura de la educación financiera como meta personal y social, generando un gran beneficio en la mejora de la calidad de vida de las personas y la sociedad.
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Contribuir en la transformación hacia un mundo más verde, apalancados en los valores como elemento nuclear, donde las personas son críticas para consolidar el cambio.
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