01. La receta suiza para ser uno de los países más eficientes del mundo

Encabeza las principales clasificaciones internacionales en prosperidad económica, competitividad, eficiencia gubernamental y estabilidad política. Suiza ha encontrado la fórmula para mantenerse en el podio e ir más allá: es un país que atrae y retiene un ingrediente esencial, el talento.

No hay nada como una buena receta, un plan paso por paso que nos lleve a culminar un buen plato. Las buenas recetas están llenas de análisis y conocimiento, y sobre todo de experiencias y ensayos que darán con las mejores materias primas y con los tiempos adecuados para lograr el éxito. Si hablamos de países, parece que Suiza ha encontrado esa fórmula magistral que le sitúa en los primeros puestos de los ranking internacionales: Suiza tiene bienestar y calidad de vida, una economía competitiva y próspera y unos niveles de innovación admirados y valorados en todo el mundo.

En esta receta destacan estos ingredientes:

  • Marca suiza, sello de calidad y excelencia
  • La fortaleza de sus instituciones, su moneda y su economía
  • Fuerte crecimiento sostenido en el tiempo
  • Estabilidad política y cohesión social
  • Apuesta por la sostenibilidad y protección del medio ambiente
  • Alta calidad de vida (inversión en salud, en educación y en talento)
  • Transformación digital y alto nivel de inversión en I+D y nuevas tecnologías

 

Una de las pruebas de que Suiza ha encontrado ese punto óptimo lo tenemos en los informes internacionales. Los resultados del IMD World Competitiveness Ranking, publicado todos los años por el Centro de Competitividad Mundial (WCC en sus siglas en inglés), sitúan al país helvético en el tercer puesto –entre 64 economías nacionales analizadas– en la creación y mantenimiento de un ecosistema de competitividad. Es decir, indica un alto nivel de crecimiento, productividad y potencial para atraer y retener inversión.

 

A continuación, explicamos las claves para esta buena receta a través de tres grandes áreas de actuación:

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Economía: poderío financiero y polo de atracción de inversiones

Uno de los sellos distintivos de Suiza es la fortaleza de su economía y de su moneda, el franco suizo, muy demandado en tiempos de incertidumbre y, por lo tanto, divisa refugio por excelencia.

 

Suiza es uno de los centros financieros más importantes del mundo. Sus 235 entidades bancarias administraron en 2022 fondos por un valor total de 7.847 mil millones de francos suizos, de los que cerca de la mitad procedía del extranjero. Y en cuanto a eficiencia empresarial, está en el séptimo puesto de las 64 economías auditadas por WCC, gracias principalmente a sus niveles de productividad y al desarrollo y sofisticación de su sector financiero.

 

La fortaleza y sofisticación de su banca también es un polo de atracción para los inversores internacionales, que se benefician de la seguridad de sus protocolos y la estabilidad en magnitudes macroeconómicas como la inflación, actualmente por debajo del 2 %, o los tipos de interés.

 

Hay que destacar que su PIB, que en 2022 superó los 800.000 millones de dólares, otorga a sus ciudadanos –su población supera levemente los 8,8 millones de personas– uno de los ratios de PIB per cápita más altos del mundo, con 87.427 dólares por persona. Asimismo, los altos salarios es otra de las marcas identificativas de Suiza ya que sus habitantes disfrutan de unos de los salarios medios más alto del mundo. En 2022 fue de 100.413 al año, es decir 8.368 euros al mes en 12 pagas al año.

 

Pero si hay un capítulo en el que Suiza lleva años sin tener rival, este es su capacidad para atraer y retener talento, una cuestión clave para que las empresas puedan generar valor a largo plazo. Así lo constata tanto World Talent Ranking del IMD como The Global Talent Competitiveness Index.

Innovación: transformación digital y universo cripto

Suiza invierte más del 3,15% de su PIB en investigación y desarrollo y así se mantiene entre los líderes mundiales. Ha sabido aprovechar todo el potencial de la transformación digital y las nuevas tecnologías para encabezar algunos de los desarrollos con mayor recorrido.

 

Prueba de ello es que se ha convertido en el epicentro europeo del ecosistema cripto: sus servicios de custodia son un referente, Suiza jugó un papel fundamental en el nacimiento del Ethereum y ha creado Crypto Valley, una red de empresas dedicadas a las criptomonedas y al blockchain.

 

Pionero en implantar la administración electrónica, ofrece servicios cada vez más avanzados en el sector de las TIC y sobresale por la cualificación de su mano de obra, gracias a contar con un alto porcentaje de graduados en ciencias. El dato es claro: el  61 % de los jóvenes optan por una universidad o instituto federal de tecnología.

 

Este contexto de innovación y formación tecnológica, arropado por su alto nivel de vida, motivación a los empleados y altas remuneraciones, ha convertido a la confederación helvética en polo de atracción de talento que afronte la escasez de mano de obra que sufre. Es más, Suiza es famosa en toda Europa por no tener casi desempleo, un 4,1% a finales de 2023.

Calidad de vida: estabilidad, confianza y sostenibilidad

Cuando en Suiza hablamos de calidad de vida nos referimos no solo a la riqueza económica, también en gran medida a su bienestar social. Empezando por sus equipamientos sanitarios y gasto en salud, a los que dedicó en 2022 un total de 59.987.285.756 millones de euros (más de un 11 % del gasto público total), lo que supone un  7,8 % del PIB. Todo ello contribuye a que la esperanza de vida de un suizo al nacer sea de 84 años.

 

Además, en Suiza se concede mucha importancia al nivel de la enseñanza y es uno de los países que más invierte en educación, en concreto el 5,7% de su PIB. Fruto de ese esfuerzo mantenido a lo largo de las últimas décadas, casi el 90 % de la población adulta ha terminado la educación media superior.

 

El cuidado del medio ambiente es otro de sus puntos fuertes, con mejoras continuas en el uso eficiente de recursos, desarrollos legislativos que apuestan por la sostenibilidad y la reducción de emisiones. De hecho, el país se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática en 2050, un objetivo que aprobaron sus ciudadanos en las urnas en junio de 2023.

 

Ese es un claro ejemplo del sentido de comunidad existente en Suiza. Su organización como estado federal, ordenado por cantones –26 en total–, y un sistema político de democracia directa incentiva la participación y toma de decisiones por parte de los ciudadanos. De hecho, la confianza de los ciudadanos en su Gobierno es mayor en Suiza que en cualquier otro país de la OCDE. Esta estabilidad y cohesión social, basada en la democracia directa, lleva décadas funcionando como un reloj. Según los datos del estudio de WCC, Suiza ha encabezado el ranking de eficiencia gubernamental en 2022 y 2023.