Reputación y atractivo, seguridad y confianza, discreción y responsabilidad… La banca en Suiza, con una experiencia centenaria, se ha convertido en un sector en constante evolución. El marco regulatorio es una de las claves de un ecosistema financiero fiable e innovador a nivel internacional.
Sistema legal confiable e independiente
En contextos de tensiones geopolíticas como el actual, la estabilidad y la certidumbre política de Suiza es un atractivo indiscutible para quienes buscan un lugar seguro dónde depositar sus activos.
El país se caracteriza por un sistema de democracia directa, que garantiza la división de poderes y la independencia y confiabilidad de su sistema legal, basado en el derecho continental europeo y centrado en códigos.
Alta calificación en el GFRTCI
La regulación financiera, la claridad en sus actuaciones y la observancia normativa son aspectos importantes en la reputación y el atractivo de un centro financiero.
La alta clasificación de Suiza a lo largo de los años en el Índice Global de Regulación, Transparencia y Cumplimiento Financiero (GFRTCI, en sus siglas en inglés) demuestra su calidad y consistencia como plaza financiera de referencia, ya que este indicador refleja el grado en que los distintos países adoptan, cumplen y hacen cumplir las normas mundiales más significativas.
Durante los últimos cuatro ejercicios, Suiza se ha mantenido entre los diez países con mejor clasificación. En 2023 ocupó el octavo puesto detrás de Suecia, Finlandia, Estonia, Irlanda, Dinamarca, Países Bajos y Francia.
Bajo índice de corrupción
Suiza mantiene un marco legal y político efectivo para combatir la corrupción interna, siendo una responsabilidad a nivel federal investigar y enjuiciar en caso de malas prácticas gubernamentales. De hecho, en el Índice de Percepción de la Corrupción que publica la Organización para la Transparencia Internacional, y que valora el sector público, se encuentra entre los países mejor situados.
En cuanto a la banca, las entidades han establecido normas vinculantes que rigen la forma en que su actividad se evalúa y revisa. En sus relaciones con organizaciones internacionales, los bancos están adheridos a estándares mundiales.
Gran expertise y altas cualificaciones en el sistema financiero
El sector financiero suizo combina innovación y experiencia acumuladas durante generaciones, atributos que se apoyan en un alto grado de formación de sus expertos para poder ofrecer la mejor atención a los clientes, brindando unos servicios que siempre buscan la excelencia.
Los bancos suizos basan su trabajo en una tradición centenaria como centro financiero de referencia –los primeros bancos privados se fundaron en el siglo XVIII–, pero también son abiertos y flexibles a la hora de responder a las necesidades cambiantes de sus clientes y de la sociedad. Solo hay que ver como Suiza ha sido capaz de favorecer la innovación financiera aprovechando soluciones tecnológicas. Un ejemplo es Crypto Valley, una asociación independiente y con conexiones con centros internacionales de innovación que conforma un ecosistema para el desarrollo de las criptomonedas y la tecnología blockchain.
Conducta responsable frente a los clientes
La banca en Suiza destaca por su sentido de la responsabilidad, capacidad para adaptarse a los requerimientos específicos de cada cliente, así como por la calidad del asesoramiento y los servicios que prestan a sus usuarios, que incluyen una amplia variedad de opciones.
Cualquier persona con capacidad legal de obrar puede abrir una cuenta bancaria en el país, sin perjuicio de que los bancos suizos también deben cumplir las disposiciones legales y reglamentarias extranjeras aplicables a las operaciones transfronterizas.
Supervisión prudencial y regulación business-friendly
Los bancos del país helvético actúan de manera responsable y discreta frente a sus clientes en un entorno confiable y regulado por el supervisor prudencial FINMA (Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero Suizo), que se dedica a proteger a los clientes (acreedores, inversores y asegurados) mediante auditorías externas regulares, todo ello con el propósito de asegurar la competitividad y eficacia del sector.
FINMA es miembro del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea y regula y supervisa todas las entidades establecidas en el país, de acuerdo con las normas del Comité de Basilea. Estas pautas abarcan no sólo los fondos propios y la adecuación del capital, sino también todo el ámbito de las normas prudenciales y de conducta.
Alto estándar de protección de datos
La confianza de los clientes en los bancos suizos es extremadamente alta. Entre las razones principales están los exigentes estándares de protección de datos que aplican, reforzados por el secreto bancario, lo que garantiza un tratamiento confidencial y responsable de los datos de identificación de los usuarios.
El sector tiene una larga tradición de discreción conscientes de que la información detallada sobre la situación financiera de una persona es muy sensible y forma parte del derecho a su intimidad.
Transparencia fiscal CRS y FATCA
El sector financiero suizo lleva años mejorando sus estándares de transparencia fiscal, asumiendo exigentes normativas internacionales como el CRS (Common Reporting Standard), que se aplica a nivel mundial, y la FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) estadounidense.
Ambos son instrumentos legales impulsados por diferentes organismos destinados a ayudar a contrarrestar la evasión de impuestos y promover la transparencia en las transacciones financieras, imponiendo estrictos requisitos de intercambio de información que las entidades suizas se esfuerzan por cumplir.