¿Qué son los CoCos de los que todo el mundo habla?

Tras el rescate de Credit Suisse el pasado mes de marzo, los CoCos hicieron justicia a su nombre y asustaron a los mercados ante el miedo a un eventual nuevo terremoto financiero. ¿Qué son, cómo funcionan y cuáles son los riesgos de este producto de inversión?

Conocidos en el argot financiero como bonos AT1 (Additional Tier 1, en español Nivel Adicional 1), los bonos Convertibles Contingentes (CoCos) son un tipo de deuda subordinada emitida por entidades bancarias para reforzar su capital en momentos de falta de solvencia o shocks sectoriales. Su estructura está configurada para absorber pérdidas, para lo que está diseñada como un producto financiero híbrido, que combina las características de la renta fija (deuda) y la renta variable (acciones).
 
Son convertibles porque se transforman de deuda a capital, y son contingentes, porque sólo cambian si la solvencia del emisor se sitúa por debajo de un umbral. Esta conversión puede ser obligatoria o discrecional, dependiendo de los términos del contrato, y en títulos o en amortización completa.

Riesgos de los bonos AT1

Pero esta conversión tiene su arma de doble filo, ya que el momento elegido puede ocurrir en fases de incertidumbre y volatilidad en los mercados, lo que puede afectar a su valor y provocar la pérdida total. 
 
Otro de los riesgos de este producto es que, dada su estructura de subordinación, los bonistas están por detrás de otros acreedores en caso de devolución. El riesgo de no reembolso es, por tanto, uno de los principales aspectos negativos para tener en cuenta. En el caso reciente de Credit Suise, los tenedores de CoCos no recuperaron su inversión tras la decisión del nuevo propietario de no llevar a cabo la conversión.
 
Otra característica particular de los bonos AT1 es que son perpetuos, esto implica que no tienen una fecha de vencimiento determinada. El emisor puede rescatar el bono cuando le convenga, aunque lo habitual es que sea un plazo de cinco años. 

¿Qué tienen de atractivo estos CoCos?

Cumpliendo esa máxima de toda inversión en la que, a mayor riesgo, mayor rentabilidad, los bonos Convertibles Contingentes ofrecen un interés más elevado que los de los bonos tradicionales. La rentabilidad es fija durante la vigencia del activo, ya que se les garantiza el pago del cupón preestablecido desde el momento de la emisión hasta la conversión forzosa en capital. Por otro lado, en el momento de la conversión, si la evolución de las acciones es positiva, el potencial de ganancia es mayor a largo plazo.

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¿Cuál es el volumen del mercado?

Se estima que hay un volumen mundial de emisiones de CoCos de 250.000 millones de euros, según datos de marzo. Sólo en el caso de Credit Suisse había más de 16.000 millones de euros depositados en este producto. En España, en el primer trimestre del año, el saldo vivo era de unos 22.000 millones, tal y como reflejan los cálculos de la agencia Europa Press. En Latinoamérica, S&P descartó impacto alguno en la banca regional.
 
Como se puede observar, son un vehículo altamente complejo. Tanto que la propia European Securities and Markets Authority (ESMA) los calificó hace unos años como “productos de riesgo” para los ahorradores. Por tanto, la compra de este tipo de bonos queda delimitada a los inversores cualificados e institucionales, prohibiendo su venta a clientes minoristas.
 
Fue en 2008, tras la crisis financiera que se llevó por delante a numerosas entidades financieras, entre ellas, al gigante y legendario Lehman Brothers, cuando se creó este instrumento para garantizar la liquidez del sistema. Si bien, para sus tenedores es un producto ilíquido, cuya rentabilidad no está asegurada.