El año en cifras: la estabilidad en los mercados en 2023

El año 2023 acaba y es hora de hacer balance de los hitos y hechos reseñables en materia de economía mundial. ¿Qué ha ocurrido este año? ¿Cómo se han comportado los mercados? ¿Nos hemos recuperado ya tras la pandemia? Igual que sabemos que 2023 ha sido el año más cálido jamás registrado, también se pueden extraer conclusiones sobre el crecimiento mundial, la recuperación económica o la inflación. Estos son algunos de sus destacados.

En BBVA Suiza la mirada ya está puesta en 2024. Con los mercados financieros más estabilizados y la inflación más controlada por los bancos centrales, el objetivo ahora es el crecimiento económico. La apreciación del euro y del franco suizo, la regulación de los criptoactivos y la bajada gradual de algunas materias primas son algunos puntos clave.

Vuelta a niveles previos a la COVID-19

Si hay que subrayar un destacado para sintetizar qué ha pasado a escala global en materia económica, probablemente haya que hablar de cómo los mercados financieros se han estabilizado y de la vuelta a un entorno económico similar al de niveles previos a la pandemia del COVID.
 
Por su lado, los bancos centrales han tenido éxito controlando la inflación, que ha descendido a la misma velocidad que subió, aunque todavía quedan por ver los efectos en la economía de unas tasas mucho más elevadas que en el periodo pre COVID.
Gráfico de la evolución de los distintos activos en 2023
  • Renta fija, un año de alta volatilidad

 

Desde la pandemia, los mercados de renta fija que tanto sufrieron durante el año 2022,  han presentado un comportamiento más positivo y estable en todas las áreas geográficas.
 
De hecho, son de los activos que mejor se han adaptado a diferentes entornos, entre los que cabe reseñar los fondos soberanos. Las últimas declaraciones de los principales bancos centrales apuntan a una pausa en las políticas monetarias, lo que coincide con la evolución de los principales indicadores económicos.
Gráfico de Tasa 10 años USD
  • Renta variable, en camino de recuperación

 

Los mercados de renta variable han recuperado parte del terreno perdido durante el año pasado, liderados por las empresas con mayor capitalización posicionándose en niveles del 10% de los máximos de diciembre de 2021.
 
  • Materias primas, más accesibles

 

Incluso los mercados de materias primas han presentado un comportamiento estable a la baja en la mayoría de los casos. El precio del barril de petróleo tipo Brent se sitúa en niveles de 82 USD, lo que supone un descenso del 40% desde los niveles máximos y un 10% desde las referencias anteriores a la guerra de Ucrania.

 

El oro ha mostrado un comportamiento distinto, con una revalorización del entorno del 10% durante el año 2023, por lo que cierra el año un 2% por debajo de los máximos históricos de 2.080 USD la onza.

Gráfico del precio del petróleo tipo Brent
  • Divisas, estabilidad con ligeros cambios

 

Durante el año que termina, el mercado de divisas se ha caracterizado por una ligera apreciación del euro y el franco suizo frente al dólar americano (USD), así como por una significativa fortaleza del peso mexicano, sin variaciones bruscas en los diferentes ratios.
Gráfico de la correlación entre divisas EURO/USD
  • Criptoactivos, el ya no tan Lejano Oeste

 

La tecnología blockchain sigue al alza o así lo ha demostrado el año que acaba. Las dos principales criptomonedas han multiplicado su valor, las regulaciones internacionales han reforzado la protección de los consumidores, la tokenización de la economía y las naciones cripto son una realidad, y los agentes financieros apuestan por los activos digitales.

¿Qué podemos esperar de 2024?

Durante el año 2024 se espera un efecto retardado de la política monetaria y una menor contribución de la política fiscal deberían propiciar un entorno de bajo crecimiento, por debajo del potencial en la mayoría de las economías. No contemplamos una recesión severa en la medida que no se observan fuertes desequilibrios macroeconómicos.
En cuanto a la inflación, tanto en EE.UU. como en la Eurozona, esperamos que la general y la subyacente continúen su senda bajista hasta niveles ligeramente superiores al 2% a finales de 2024. El precio de la energía continuaría contribuyendo negativamente, al tiempo que la inflación de alimentos seguirá moderándose gradualmente. El riesgo estaría en cierta fortaleza estructural del mercado laboral.
El punto crucial para los mercados en 2024 será la evidencia de que la inflación está controlada y que los bancos centrales pueden comenzar las bajadas de tipos de interés. El contexto sería adecuado para que la renta fija tenga buen comportamiento. Los tipos de interés ya han subido de forma considerable, y los inversores se podrán beneficiar de una rentabilidad positiva en forma de cupones y de su bajo riesgo o volatilidad, sobre todo comparada con otros activos.

Suiza, una fórmula magistral

Suiza tiene la receta perfecta para mantenerse en el podio como capital financiera e ir más allá. La tradición, innovación y sofisticación de su banca privada es un polo de atracción para la inversión.
Con esta reducción sostenida de la inflación, se espera que la renta fija mejore su comportamiento tanto en países emergentes como en países más desarrollados. Estos últimos ofrecen una alta rentabilidad y algunos países ya están inmersos en el ciclo de bajadas de tipos. También el crédito de alta calidad o Investment Grade resulta interesante en términos de rentabilidad/riesgo.
 
En conclusión, nuestro escenario central para 2024 está caracterizado por un crecimiento económico inferior al potencial, pero evitando una recesión. La inflación seguirá disminuyendo hacia la zona del 2% y permitirá que los bancos centrales de los países desarrollados inicien bajadas de los tipos de interés. Por tanto, encontraremos un entorno idóneo para las inversiones en renta fija, una vez dejamos atrás el fuerte repunte de los tipos de interés iniciado en 2022. También las bolsas pueden tener rentabilidades positivas en 2024, apoyadas en modestos crecimientos de beneficios y en algunos casos unas valoraciones atractivas. Sin embargo, en términos de rentabilidad esperada ajustada por riesgo, preferimos la renta fija a la renta variable. Por último, y dada la incertidumbre actual en cuanto al ciclo económico y la situación geopolítica, es necesario considerar que el posicionamiento puede requerir dosis de flexibilidad a lo largo de 2024.

El futuro, nuestra mejor inversión

Desde el equipo de expertos de BBVA Suiza estamos llevando a cabo un proceso de reflexión estratégica, profundizando en la transformación y adaptándonos a los continuos vaivenes del entorno económico y a las grandes tendencias que están cambiando el mundo y la industria financiera. Así, incorporamos la sostenibilidad y la innovación como una de nuestras prioridades, poniendo al cliente en el centro de todo para acercarles las oportunidades de esta nueva era.