El ficticio Máximo Décimo Meridio tenía razón cuando en Gladiator (2000) grita “Lo que hacemos en la vida, ¡tiene su eco en la eternidad!” y, aunque no hablaba de innovación o desarrollo, sí marcaba la línea del concepto de path dependence, ese camino que resulta fácil seguir porque otros, en el pasado, tomaron ciertas decisiones. Casi resulta divertido comparar cómo los actuales mapas de carreteras europeos calcan las calzadas romanas. Y es más curioso aún observar esos senderos alternativos a los oficiales, y muchas veces más funcionales, que se crean en espacios naturales por las huellas de caminantes, los conocidos como ‘caminos del deseo’ ¿Podemos escapar a la dependencia de la ruta a la hora de invertir? ¿Por qué resulta crítica entender sus tendencias?