Desde la Revolución Industrial hasta la actualidad, muchas han sido las mujeres que han hecho historia en la economía. Eclipsadas por las figuras masculinas, repasamos este 8-M la vida de importantes inversoras, financieras, economistas o corredoras bursátiles.
Como en otras disciplinas, muchas de las protagonistas de la economía han sido solapadas a lo largo de la historia. Desde los primeros procesos de transformación de Revolución Industrial, allá por la segunda mitad del siglo XVIII, y hasta nuestros días, muchas han sido las mujeres que tomaron las riendas de las finanzas sin miedo a romper cánones. Hoy dirigen instituciones internacionales y han ido ganando protagonismos en el sector de la inversión y la economía mundial. Coincidiendo con la celebración del 8-M, repasamos algunos ejemplos de su importancia en la historia económica.
El primer nombre propio está relacionado con los primeros pasos de EE. UU. como nación moderna. Abigail Adams fue importante a finales del siglo XVIII. Esposa del segundo presidente de Estados Unidos, John Adams, asumió las finanzas familiares y, en contra de la opinión de su marido, apostó por invertir en instrumentos de deuda emitidos para financiar la guerra, un tipo de activo de gran riesgo con el que consiguió multiplicar el patrimonio familiar y forjar su propia fortuna.
También destacó la líder del movimiento por el sufragio femenino en EE.UU Victoria Woodhull (1838-1927), que además de presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno, creó junto a su hermana Tennesse la primera correduría de Bolsa de Wall Street gestionada por mujeres, logrando unos beneficios exorbitantes. Ese éxito les valió el sobrenombre de “Las brókeres hechiceras”. Y es que su primer capital lo lograron asesorando financieramente, pero también espiritualmente, al empresario Cornelius Vanderbilt.
Algo oscuro fue el mote que le impusieron a Hetty Green (1834-1916): “La bruja de Wall Street”. Adinerada desde su nacimiento, su pericia con las inversiones la convirtió en la mujer más rica de EE.UU. aplicando una fórmula que hoy, siglo y medio más tarde, siguen alguno de los gurús de las finanzas más reconocidos: comprar activos de calidad cuando están baratos y vender cuándo sube el interés por ellos.
Otra pionera fue la británica Mary Paley (1850-1944), una de las primeras mujeres en examinarse para acceder a la Universidad, aunque finalmente no le dejaran graduarse. Esa discriminación no le impidió ejercer de profesora, participar en la fundación del Departamento de Economía en la Universidad de Bristol y escribir junto a su marido, Alfred Marshall, The economics of industry, un manual que durante décadas ha servido de base para la formación de economistas.
Su futuro, nuestra mejor inversión
Ya en el siglo XXI encontramos a la estadounidense Elinor Ostrom, la primera mujer en recibir el Nobel de Economía, otorgado por sus estudios sobre los recursos compartidos y cómo las sociedades interactúan con el objetivo de mantener a largo plazo la producción de bienes comunes. Doctora en Ciencias Políticas y especializada en administración pública, es referente de la Escuela de la teoría de la elección pública.
Respecto a Dambisa Moyo, nacida en Zambia y formada en EE. UU., ha trabajado como consultora del Banco mundial y como responsable de investigaciones económicas y estratégicas para el África subsahariana en la banca de inversión y valores Goldman Sachs. Su espíritu crítico con las ayudas exteriores al continente, y sus consecuencias perniciosas en las economías locales, la han convertido en una autoridad en la búsqueda de nuevas soluciones.
En cuanto a Gita Gopinath, originaria de la India, ha sido la primera mujer en ocupar el cargo de economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde su sillón aborda retos de globales como la desigualdad entre regiones, las repercusiones de las subidas de precios o las guerras comerciales entre continentes, y se responsabiliza de las que guían la economía mundial.
Por último, es importante mencionar a una de las mujeres más poderosas del mundo actualmente, la ex ministra de finanzas francesa Christine Lagarde, que ocupa desde 2019 el cargo de presidenta del Banco Central Europeo (BCE). Desde entonces, ha encabezado el cambio de las políticas monetarias de la institución caracterizadas por la subida de tipos como estrategia para contener la inflación. Anteriormente, fue la directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
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