Los ciudadanos todavía quieren acudir a una sucursal bancaria física, pero buscan que ese momento sea útil, fácil y cómodo. Ya hacen muchas gestiones a través de una app, pero buscan cercanía y una experiencia personalizada para otras menos cotidianas. La smart branch no tiene vuelta atrás.
¿Aún no conoces las smart branches? Seguro que has visto alguna sucursal inteligente en tu ciudad. Son las oficinas bancarias… que no parecen, ni por asomo, oficinas bancarias tradicionales. Son espacios más confortables, funcionales, con menos barreras psicológicas y menos jerarquizadas. Una nueva tendencia en la banca que combina la tecnología con una experiencia de servicio al cliente cada vez más personalizada, reflejando los cambios en la manera en la que los usuarios interactúan con su entidad y en cómo quieren manejar hoy sus finanzas y negocios.
La digitalización ha posibilitado que gran parte de las transacciones financieras se hagan desde una app o un teléfono, por eso las oficinas están cambiando a marchas forzadas plasmando el cambio de paradigma que se está produciendo tanto en la banca como en otros sectores y que afecta a la función, forma y fondo de las oficinas bancarias tradicionales.
Los nuevos tiempos requieren nuevos espacios que se adapten a las necesidades de los clientes. Unos clientes que buscan, además de facilidades para relacionarse con la entidad a través de los canales digitales, poder contar, siempre que lo necesiten, con su gestor de confianza para tomar las mejores decisiones financieras. Y lo haga tanto de forma remota como presencial.
De hecho, hoy en día las sucursales son cada vez más centros de asesoramiento en el que las personas resuelven algunas de las situaciones más relevantes en su vida como, por ejemplo, la contratación de un crédito hipotecario o la negociación de financiación para emprender. Mediante el nuevo concepto de smart branch se da más valor a su experiencia en operaciones presenciales.
Suiza, una fórmula magistral
Suiza tiene la receta perfecta para mantenerse en el podio como capital financiera e ir más allá. La tradición, innovación y sofisticación de su banca privada es un polo de atracción para la inversión.