Qué es la economía ecodigital y por qué podría valer 33 billones de dólares en 2028

En los últimos cinco años, la adopción de tecnologías digitales ha llevado a las organizaciones a disminuir su consumo de energía en casi un 24% y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 21%. Un avance logrado gracias a la llamada economía ecodigital, una industria que está despegando y que podría llegar a los 33 billones en dólares 2028, según el informe ‘La era ecodigital: La doble transición hacia una economía sostenible y digital’, elaborado por el Instituto de Investigación Capgemini con la colaboración del Digital Value Lab del Digital Data Design Institute de Harvard.

Lo cierto es que este concepto puede resultar abstracto o complicado de entender, pero en realidad hace referencia a la doble transición que están afrontando las compañías de todo el mundo. Por un lado, las empresas están migrando hacia modelos cada vez más digitales y conectados para modernizar sus negocios y beneficiarse así de las ventajas que ofrece la tecnología, como el Big Data, el cloud computing o la propia inteligencia artificial. 

Mientras que, por otro lado, estos mismos negocios deben ser más estrictos en materia de sostenibilidad para lograr los objetivos fijados por los distintos gobernantes. Por ejemplo, en Europa, numerosas empresas se encuentran ante la obligación de cumplir con regulaciones, como la necesidad de preparar un informe sobre sostenibilidad corporativa.

Estos dos procesos que apuntan a un mundo más digitalizado y más sostenible se entrelazan en el área corporativa. Todo ello, a su vez, hace que se tenga cada vez más en cuenta el papel crucial de las tecnologías digitales en la consecución de objetivos sostenibles. De ahí nace el concepto de economía ecodigital.

De acuerdo con el informe, aproximadamente la mitad de las organizaciones (48%) están en proceso de planificación o activamente desarrollando estrategias para capitalizar el potencial de tecnologías emergentes como el edge computing y la muy promocionada IA generativa. Tanto es así que se espera que los beneficios generados por esta vanguardia tecnológica pasen del 4% al 14% en 2028.

En cuanto a la economía ecodigital como tal, alcanzó un tamaño de 16,6 billones en el año 2023, pero llegará a los 33 billones en 2028. De hecho, su peso sobre el PIB mundial también se transformará del 15,8% al 26,2%. Unos datos que ponen sobre la mesa la fuerza que tiene esta transición y su relevancia en el crecimiento económico mundial.

En este contexto, puede que surja la duda de cómo se traslada a la práctica. Lo cierto es que, si se extrapola al día a día de una empresa, lo que se consigue con esta doble transición es una optimización de los recursos mediante la tecnología. Por ejemplo, simplificando procesos gracias a la combinación del big data con la inteligencia artificial, ya que esto supone un ahorro de tiempos y de consumo eléctrico. Otro caso práctico es el que vive el sector inmobiliario, ya que los edificios representan el 39% de las emisiones de CO2 a la atmosfera. Por tanto, todos los avances en eficiencia energética mediante la tecnología es otra de las fuertes tendencias de la economía ecodigital.

Según Planet Mark, hay siete pasos que las empresas pueden implementar en sus negocios para reducir su huella de carbono. Lo primero de todo es medir la huella de carbono que genera la empresa para ver los puntos de mejora que se pueden implementar. En segundo lugar, se puede optar por las energías renovables como fuente de alimentación para el funcionamiento de la compañía; de la misma manera se pueden elegir servicios de alojamiento web que utilicen fuentes de energía renovable.

El cuarto paso se fija en implementar estrategias para reducir los desechos y promover el reciclaje y la reutilización en todas las operaciones de tu empresa, desde los suministros de oficina hasta el embalaje. Además, es mejor seleccionar proveedores con prácticas y certificaciones ecológicas, como ISO 14001 y CarbonNeutral®. Como sexta opción, se puede elegir las plataformas online para limitar las reuniones y eventos para reducir la necesidad de viajar, y así disminuir las emisiones de carbono asociadas al transporte. Por último, también se puede comprar equipos de oficina energéticamente eficientes, como iluminación LED y electrodomésticos con calificaciones energéticas altas.

Lo cierto es que la inversión dentro de la economía ecodigital se puede abordar desde diferentes puntos de vista. Desde las nuevas tecnologías que no son contaminantes, hasta aquellas empresas que usan la tecnología para capturar CO2 de la atmosfera, pasando por las empresas que trabajan en crear edificios más eficientes o las que a través de la IA, el big data y el resto de avances logran reducir las emisiones de carbono. Solo en el aspecto energético, según los datos del FMI, la producción mundial de energía renovable debe pasar del 25% actual al 100% en el 2050. Una larga travesía que también abre oportunidades de inversión.

En general, se estima que la necesidad anual para la financiación del desarrollo sostenible mundial ha aumentado de 2,5 a 4 billones de dólares americanos para lograr ese objetivo de las cero emisiones en el año 2050. Por el momento, los datos no se están cumpliendo, pero las empresas y los países deben aumentar sus inversiones en este sentido para lograrlo.

En datos, se espera que las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el internet de las cosas ahorren aproximadamente 5.3 PWh de energía para el año 2030, incluyendo 1.8 PWh de electricidad y 3.5 PWh de combustibles (hidrocarburos). Sin embargo, la implementación de estas tecnologías requerirá un consumo de electricidad de 653 TWh. Este ahorro de energía es significativo, representando alrededor del 58% del consumo total de energía de la industria global de las TIC, que se estima alcanzará los 8 PWh para el año 2030.