ETFs de Bitcoin, las claves de este nuevo producto financiero

A principios de enero, la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU., conocida como la SEC, dio luz verde a los ETFs de Bitcoin al contado marcando un antes y un después para este activo financiero. “Ahora hay un ETF de Bitcoin spot en los Estados Unidos, y Bitcoin ya no se considera sospechoso o infame. Esto cambia significativamente la percepción para el público en general”, mencionaba Kevin de Patoul, cofundador y CEO de Keyrock a la cadena CNBC. 

Además de la percepción del activo, con la llegada de los ETFs, los fondos de inversión pueden incluirlo en sus carteras, al igual que los fondos de pensiones. Pero, antes de mencionar sus implicaciones, es necesario repasar algunas cuestiones principales para resolver las dudas y entender por completo qué novedades trae este nuevo producto financiero.

Un ETF es un fondo indexado respaldado por un subyacente, que en este caso es Bitcoin. Al comprar este índice, no se está adquiriendo un porcentaje de la criptomoneda, sino la exposición al precio de esta. Funciona de la misma manera que si se comprase un ETF de oro o de cualquier otra materia prima. Es decir, no se posee la materia prima en sí, pero se tiene exposición al precio de esta. Así, la principal diferencia entre un ETF de Bitcoin y Bitcoin real es que no se tiene la propiedad de la criptomoneda y su custodia no recae en el propietario, sino en la gestora del ETF. De igual modo, tampoco se pueden efectuar pagos, ya que no se posee la criptodivisa. 

Más allá de lo que son estos ETFs, lo más relevante es la implicación que tienen para el mercado. Para muchos inversores, especialmente los institucionales, el acceso al mercado cripto se vuelve mucho más sencillo. En materia reguladora, los fondos de inversión y los planes de pensiones tienen el camino más fácil para adquirir Bitcoin a través de estos ETFs. 

Los ETFs abren una nueva ola de interés entre los inversores institucionales debido a estas nuevas facilidades para su adquisición. Solo unos días después, la gestora de fondos Advisors Preferred Trust cambió su normativa para permitir que sus fondos pudieran tener una exposición de hasta el 15 % a estos ETFs.

Una duda que planeaba sobre el mercado es cómo sería la aceptación de estos ETFs entre los inversores. Pues bien, entre el 11 de enero de 2024 y el 5 marzo de 2024, el volumen total de negociación supera los 47.700 millones de dólares, convirtiéndose en el ETF con más rápido crecimiento de la historia. 

De hecho, para principios del mes de marzo ya poseían un 4% del total de esta criptomoneda en circulación. Para ponerlo en contraste, el iShares Core Msci World, que es el ETF más grande de Europa, posee 65.000 millones de euros en activos. Mientras que el más grande a nivel mundial, el SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY) gestiona más de 500.000 millones de dólares. La capitalización total de Bitcoin es de 1,3 trillones americanos.

Estos ETFs aprobados por la SEC solo están disponibles en EE. UU., por el momento. Es decir, que los inversores europeos todavía no pueden acceder a ellos por un aspecto regulatorio. Ahora bien, esto no quiere decir que no existan productos indexados con Bitcoin como subyacente en Europa. En el Viejo Continente existen 130 ETPs (productos negociados en bolsa) sobre criptodivisas listados en diversas bolsas, como Euronext París, Euronext Ámsterdam, XETRA y SIX Swiss Exchange. De hecho, el más grande de todos, llamado ETC Group Physical Bitcoin, tiene una capitalización superior a los 1.100 millones de euros.

Ahora bien, lo cierto es que, por la normativa europea, estos productos no están accesibles para todo tipo de inversores, ni todos los brókeres los pueden ofrecer. Ocurre lo mismo con la inversión institucional europea. La falta de normativa dificulta el acceso y la distribución de estos productos a inversores minoristas e institucionales.

Lo cierto es que Suiza no solo cuenta con un ecosistema ‘blockchain’ muy avanzado donde existe una regulación clara, eficiente y flexible sino que BTC se considera una moneda de curso legal en diversas ciudades del país. 

El país helvético está bien posicionado para liderar el cambio. Gracias a las facilidades que ofrece, permitió el establecimiento de una red de empresas dedicadas a las criptomonedas que se conocen colectivamente como Cripto Valle (Crypto Valley), que están habituadas a interactuar con el sector financiero tradicional. Así, el proveedor suizo de productos indexados 21Shares es pionero en el mundo de la inversión en ofrecer ETFs de Bitcoin.

Con las garantías de este marco de operación, la filial suiza de BBVA puede ofrecer innovación, seguridad y confianza a los clientes que quieren explorar el mundo de la inversión en activos digitales. Así, BBVA en Suiza incorporó en 2021 servicio de compra-venta y custodia de cripto a su oferta bancaria para clientes internacionales de banca privada.