Las finanzas descentralizadas (DeFi, en sus siglas en inglés) son un instrumento para el inversor experto que está cambiando la manera de hacer transacciones financieras. Operadas con tecnología blockchain, permiten realizar préstamos, compraventas de activos, contratos de seguros… Siempre por cuenta y responsabilidad propia.
El movimiento DeFi (abreviatura en inglés de las finanzas descentralizadas) promete trasladar los productos y servicios financieros tradicionales al mundo de la tecnología blockchain, capaces de funcionar en principio sin necesidad de agentes intermediarios centralizados, como bancos o agencias gubernamentales, y donde el máximo responsable es el usuario, ya sea un particular, el dueño de un comercio o una empresa.
Las DeFi son una tecnología financiera incipiente que permite transferencias de fondos o préstamos mediante “contratos financieros con soporte o forma blockchain, y por tanto anotados en una cadena de bloques inmutable”, en palabras de Javier W. Ibáñez, doctor en Derecho y director del FinTech Legal Observatory. Según el Foro Económico Mundial, las DeFi persiguen “la reconstrucción y reinvención de los servicios financieros”.
Operadas con contratos inteligentes, las DeFi son automáticas: se ejecutan de forma autónoma sin necesidad de órdenes e intermediarios una vez se satisfacen ciertas condiciones. La tecnología blockchain aportaría la seguridad y transparencia de las transacciones.
Aunque el propósito principal de esta tecnología financiera es el empoderamiento de los usuarios para manejar su dinero e inversiones a través de billeteras y servicios digitales, las DeFi pueden traer también grandes oportunidades para las entidades financieras de la mano de una regulación fiable.
A finales de julio se ha conocido que el Banco de Italia (banco central de la República italiana) va a impulsar un ensayo de ecosistema “institucional DeFi para token de seguridad”. Milano Hub, el centro de innovación del banco central, ha optado por Polygon –protocolo para construir y conectar redes blockchain de Ethereum– para esta iniciativa.
Hasta el momento, las finanzas descentralizadas no están sujetas a una criptoregulación específica y pueden sufrir los envites de inestabilidad propios de las estructuras digitales o distintos tipos de fraude.
El futuro de las finanzas
¿Qué nuevos sectores nacerán con las DeFi, o qué sectores consolidados serán transformados por ellas?
- Préstamos y créditos entre particulares (peer-to-peer). Al igual que ocurre offline o de forma digital pero sin criptografía, pero añadiendo esta capa de seguridad, los usuarios podrán prestarse fondos unos a otros.
- Intercambio de activos (exchange descentralizadas, DEX). Particulares podrán comprar y vender criptomonedas y otros tókenes digitales a usuarios, organizaciones o directamente en mercados abiertos.
- Mecanismos de ahorro. Dentro de las DeFi será posible depositar fondos en protocolos que ofrezcan rendimientos por participar en la red o dar liquidez a los mercados, por la forma descentralizada en que estos operan.
- Contrato de seguros. También habrá mercado para aseguradoras que protejan frente a riesgos asociados a la blockchain, desde robos y hackeos a errores técnicos.
- Servicios de agregación DeFi. Dentro de este ecosistema, es posible desarrollar el equivalente a un panel centralizado bancario, de forma que los usuarios vean todo de un vistazo.
- Agregación de oportunidades. Al mismo tiempo, estos paneles permitirán la construcción óptima de interfaces, carteras y aprobación (también automática) de nuevas oportunidades y mercados.
En el futuro hay propuestas como redes sociales DeFi para desarrolladores, early adopters y empresas, e incluso procesos gamificados para el fomento de estas herramientas. La imprescindible regulación de estos sistemas será punto de inflexión para su adopción masiva.
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